De Menara a la paz...
Desde los 80, intelectuales israelíes (profesores universitarios, activistas de paz) se reunieron en secreto con representantes palestinos en Europa (París, Londres, Túnez) e incluso en Israel pero a título personal, no sería hasta 1991, en la Conferencia de Paz en Madrid, que no se reunirían oficialmente. Finalmente, al llegar a Menara, el kibbutz se erguía como un oasis de paz en medio de las tensiones geopolíticas, lo dirigía Raquel, la propia hermana de Rabin. El esplendor del entorno era casi místico; las montañas observaban silenciosas, como guardianes de un sueño compartido, mientras la luz del sol bañaba todo de un mágico resplandor dorado. Era aquí donde las conversaciones entre Rabin y Arafat podrían allanar el camino hacia un futuro más esperanzador, simbolizando un cambio en la narrativa histórica de ambos pueblos. Ariel me dijo que tenía que dejarme, aunque me dijo, ves esos hombres, son Abu Jihad que vendrá a dar apoyo estratégico y logístico a Arafat y esa es Hanan Ashrawi, buena señal, ella tiene una perspectiva moderada y siempre enfatiza la importancia de la paz y los derechos humanos.
-Mira a Rabin, le acompaña Simon Peres, Amos Oz, Yossi Beilin y el rabino Michael Melchior -llegaba más gente- y el con un gesto de la cabeza, me dijo que se iba con su padre.
ientras el encuentro se desarrollaba en Menara, aquel kibutz, situado cerca de la frontera con Líbano y no muy lejos de la frontera con Siria, sentía que la belleza de la Alta Galilea me envolvía, como si el aire mismo estuviera impregnado de historia y espiritualidad. Esta tierra, donde los cedros del Líbano se alzaban majestuosos contra el cielo, guardaba secretos de tiempos pasados. Y mientras aquellas personas hablaban de seguridad y paz, allí fuera, con el olor del bosque, en mis pensamientos, recordaba los capítulos de El Enigma Sagrado que había leído en 1984, con apenas 15 años, y la imagen de María Magdalena surgía con claridad; un espíritu fuerte y amoroso que una vez recorrió estas mismas tierras. Su presencia se sentía en el susurro del viento y el suave murmullo de las aguas del Mar de Galilea, a tan solo 25 kilómetros de allí. Samuel y su hijo, estaban presentes como representantes de la realeza mesiánica israelí, ya que pertenecían al linaje de David que vivió en Sefarad, es decir en España, los sefardíes en Varsovia eran minoría y en otras partes de Polonia, donde la mayoría de la comunidad eran a asquenazíes.
Los sefardíes, llegaron a Polonia, especialmente en los siglos XVI y XVII, a medida que se expandieron las rutas comerciales y se buscaban nuevas oportunidades en Europa del Este
Al concluir el diálogo en Menara, donde las esperanzas de paz y reconciliación resonaban con más fuerza que nunca, Ariel, me había preparado una sorpresa, yo había leído “EL Enigma Sagrado” y sentía una atracción por María Magdalena, así que nos íbamos a dirigir a Migdal[1]. Este antiguo puerto de pesca, donde se cree que nació María Magdalena, me invitaba a un viaje espiritual, un encuentro con el pasado. Su historia, entrelazada con la de Jesús y los primeros seguidores, resonaba profundamente en mí. Estar en este lugar me llenaba de una profunda reverencia, como si el suelo bajo mis pies estuviera bendecido por sus pasos.
Fue en este contexto de tranquilidad y belleza, mirando el bosque, en Menara, y pensando en la siguiente visita a Migdal, que estando en medio de mis pensamientos, Ariel llegó. Su presencia iluminó el momento, y al darme un beso suave, sentí cómo se desvanecían las tensiones del mundo exterior.
—La paz es posible —susurró con una convicción que resonaba en mi corazón—. He estado escuchando las conversaciones, y mi padre ha seguido mi consejo. Es un mensch de verdad y ha aconsejado bien a Rabin. Ojalá le haga caso en todo y no escuche otras voces, son amigos desde la adolescencia en el Kibutz Geva.
Comimos con todos ellos, es curioso porque estreché la mano de dos futuros premios nobel de la paz, en el año 1994, por la tarde ya estábamos en Migdal. Un poco cansados de tanto coche, fuimos a dar un pequeño paseo. Juntos, miramos hacia el horizonte, donde las colinas y los valles se unían en un abrazo, y comprendimos que, aunque el camino por delante sería desafiante, la posibilidad de unidad siempre florecería en la tierra que tanto amábamos, pues así era, aunque yo apenas la conocía, la sentía mía, muy dentro, por algún lazo de otras vidas o incluso genético, sentía que estaba en casa y con los míos. En Migdal, estaba lista para conectar con la esencia de María Magdalena, absorber su sabiduría y, tal vez, descubrir más sobre mí misma y mi propio viaje espiritual.
Mientras caminábamos por la orilla del mar de Galilea, el aire estaba impregnado de sal y las suaves olas parecían susurrar secretos antiguos. A nuestro alrededor, el paisaje de Migdal se desplegaba como un lienzo vibrante: montañas que se alzaban majestuosamente, árboles que danzaban al ritmo del viento y el brillo del sol reflejándose en las aguas, creando destellos de luz que iluminaban nuestro camino. Era un lugar donde la historia se entrelazaba con lo sagrado, y yo sentía que cada paso resonaba con las huellas de aquellos que habían caminado antes que nosotros.
"Yo he caminado en esta tierra," le dije a Ariel, mientras nuestros pies dejaban huellas efímeras en la arena. “No solo en esta vida, siento que mi conexión con ella es más profunda. Acepto dentro de mí, que puede ser algún lazo de otras vidas.” Él sonrió y, con un aire de complicidad, añadió: “Tú has caminado, y yo he surcado estas aguas en una barquita de pescadores. Cada rincón tiene su historia, y aquí, las voces del pasado aún murmuran entre las olas.”
En ese momento, algo dentro de mí se encendió, una conexión con María Magdalena, la figura que representaba la sabiduría y el amor incondicional. Imaginé a Jesús y a ella, sanándose de sus heridas y fortaleciéndose gracias a esa fuerza poderosa que es el amor. “A través de ti, encuentro la esperanza,” murmuró ella a Él, y ahora yo se lo decía a Ariel. Cada vez sentía más su presencia como un refugio. La sanación de mi corazón era un símbolo de resistencia ante el sufrimiento.
Ari, le pregunté- “No te preocupa que en tu religión digan ‘creced y multiplicaos’ y estás con alguien como yo?” le pregunté, sintiendo un leve temblor de inseguridad. Ariel rio, la risa fresca y juvenil. “Mujer de poca fe, te dije en el velero que tu tendrás hijos” respondió con calidez, “Además, la verdadera fertilidad no se mide en óvulos sanos, sino en el amor que compartimos, el respeto, la lealtad, los sueños... Si ya hasta la física cuántica nos enseña que nuestros pensamientos tienen el poder de modificar nuestra realidad. Al enfocarnos en el amor, creamos un espacio donde todo es posible.”
- Ari, yo soy de Letras – dije riéndome.
Juntos, miramos hacia el horizonte, donde las colinas y los valles se unían en un abrazo, y comprendimos que, aunque el camino por delante sería desafiante, la posibilidad de unidad siempre florecería en la tierra que tanto amábamos. Era así; aunque yo apenas conocía esta tierra, la sentía mía, muy dentro, como un eco de otras vidas. En Migdal, estaba lista para conectar con la esencia de María Magdalena, absorber su sabiduría y, tal vez, descubrir más sobre mí misma y mi propio viaje espiritual.
Mientras nos acercábamos a las excavaciones, vi a Ruth, la madre de Ariel, conversando animadamente con arqueólogos sobre los avances en la excavación. Sus ojos brillaban con la pasión de quien ama la historia, y me sentí afortunada de estar en ese lugar, donde el pasado y el presente se entrelazaban.
"Estos lugares han visto el paso de los siglos," reflexioné. “Cada piedra cuenta una historia, y aquí, en el antiguo puerto, es donde la vida judía prosperó.” Ariel asintió, su mirada se perdió en el horizonte. “Esta es una tierra de milagros,” dijo. “Y la historia de tu María Magdalena es solo una de las muchas que nos hablan de amor y fortaleza.”
—¿Una de muchas? Esta es la historia de amor más grande; hablamos de Jesús, hubo un antes y un después… ¡serás un puñetero! ¿Por qué no crees en él?
—Vaya, no sabía que fuera tan personal… —exclamó, mientras yo le atizaba en los hombros, medio en broma—. ¡Eres una burra, pero אני אוהב אותך (ani ohev otach[2])!
-Ari, ¿Por qué la Iglesia odiaba tanto ese posible matrimonio entre la Magdalena y Jesus?
-Supongo que admitir que tu maestro, era un hombre normal que hacía cosas normales, te hace ser responsable de tu redención y no dejarla en manos de un ser divino, que no digo que no lo fuera. Pero si encarnó, fue por amor al ser humano y quería mostrarle el potencial de su interior que se estaba perdiendo. Nadie puede esclavizarte ni siquiera el pecado o el diablo si tu no se lo permites. Luego estaría la alianza eclesiástica con el poder y la avaricia de algunos de sus dirigentes… un poco de todo, Meri.
- Y a la mujer? Porque convirtieron a la mujer en la enemigo número 1, relegándonos a poco menos que una bestia de carga que procreaba hijos.
-la espiritualidad de la mujer es poderosísima, ella es el puente entre Dios y este plano, es cocreadora. Llevan años intentando convencer a las mujeres que ser mujer y portarse como una mujer es algo que las degrada, cuando ahí está su poder más grande. Si consiguen que la mujer reniegue de su divino femenino, este planeta no tendrá futuro. Ella, igual que tú, y todas las mujeres era un puente el cielo y la tierra, era completamente humana y divina. Supongo que él, la ayudaría a liberarse y despertar su divinidad. Creo que cuando vuelva a Buenos Aires, tomaré un libro que tengo en mi biblioteca, es un texto gnostico, se llama "La realidad de los gobernantes", presenta una interpretación alternativa de los primeros capitulos del Libro del Genesis, enfocándose en la creación del mundo materia y en figuras como Adan y Eva, y su hija Norea. Esta hija posee conocimiento divino y es crucial en la narrativa gnóstica.
- Si que suena interesante...¿Tú quieres despertar mi divinidad?
-Como hombre es mi deber, igual que tu debes despertar mi poder masculino. El matrimonio, el volverse una sola carne, es algo muy serio, y es algo poderosísimo, sagrado e iniciático. La gente no tiene idea de que esa liberación de la mujer y la promiscuidad hace un daño increíble, a la espiritualidad, a nuestro cuerpo energético cargando con toda la mierda de la gente que entra en contacto nuestro. El sexo, no es solo meter y sacar, cariño. Preguntabas porque no tenía novia, pues ya te he respondido. Y además la mujer hace suya la genética de los hombres con los que se acuesta, no sólo de sus hijos... eso es un caos, cargas con toda la mierda de muchos linajes...
- De donde sacas tanto saber…
-de todas mis vidas, bollito, medita y libera tu energía divina. No todo está en los libros… Y siguiendo con tu pregunta de por qué os temen, te diré que en vuestro interior vibra el éxtasis de la vida, la chispa divina que se expresa a través de vosotras. Una chispa que, si conectáis, corona, corazón y el chacra sacro, os convierte en diosas vivientes. A ti no te parece raro que se llame sacro (sagrado), el lugar donde reside el yo, y sexual a ese punto de energía. Y en vosotras crea vida, aparte de ser el centro de la creatividad a todos los niveles. La sexualidad es algo potentísimo y las instituciones religiosas al servicio del poder en las sombras a través de hombres corruptos, convirtieron el sexo en algo, sucio, pecaminoso, prostituyeron lo sagrado y a la mujer, sabiendo que ella es el puente más directo con lo divino que tiene el hombre. Es una perversión decir que una hija de Israel, casada con un rabí, es una prostituta, una pecadora arrepentida, si hubiera sido así habría caído bajo las piedras y él con ella…Igual que es una perversión convencer a la mujer que la libertad, es esclavizarse en una oficina, que solo pueden demostrar que son libres, si se acuestan con muchos tíos, son independientes, tienen una carrera profesional exitosa, y todo lo que hacen los hombres, se han convencido que es más honorable ser igual que un tío estresado ejecutivo que una madre amorosa que cuida y educa a sus hijos. No me extraña que cuando miro a la mayoría de las mujeres, veo que su energía está bloqueada, que están anestesiadas, desesperadas, víctimas de la ansiedad con que sólo se pararan, y escucharan su corazón, mandarían todo al carajo, y se convertirían en las mujeres soberanas, auténticas sacerdotisas de la divinidad, que siempre han sido.
- ¿Ves la energía?, lo sabía eres más rarito que yo.
- María tu eres un océano, tienes la fuerza de sus aguas bravas en tu interior, en tus ovarios, ahí reside la doncella inocente, la mujer amorosa, la anciana sabia, la loba, la leona, ahí cerquita del fuego creador, tú eres el amor, la pasión, eres desbordante, infinita. Ahí… donde se hacen los niños, los tengas o no, vive un saber milenario, que guarda la respuesta a los enigmas y misterios de la vida, de este mundo y el resto de los planetas, ahí en tu redoma, en ese pequeño microuniverso convive el poder de la creación. Tus aguas, son el reflejo de las aguas primigenias. Y eso os da miedo, habéis estado sometidas porque teníais miedo, mucho miedo porque si miráis en vuestro interior está la inteligencia divina que abarca mucho más allá de vosotras, que os puede llevar a atravesar las estrellas, los planetas, y todos los universos. Vosotras sois quien os saboteáis principalmente a través de creencias limitantes, hábitos destructivos, juicios emocionales, adicciones de todo tipo, teniendo relaciones degradantes, ignorando ese manantial de sabiduría que os regaló Dios y que todas tenéis. Pero es complicado, permitirte escucharte y soltar riendas, filtros, soltar el control, aparcar la mente y dejar que vuestras células y corazón se expresen en libertad, importando un rábano lo que piensen los demás.
Sabes porque sufre tu cuerpo y no puede tener hijos, porque tú lo has dicho te crees mierda, y vas contra las corrientes de la vida, has anulado tu sabiduría y no permites que la divinidad se exprese a través de ti. Y por eso ocultas tu magnificencia de mediocridad. Te olvidas de que tu cuerpo, la materia la hizo el espíritu para vivir y tener experiencias en ella, tu cuerpo es un canal, una vía directa a tu alma, si tu verdaderamente sientes que quieres ser madre, y debes vivir esa experiencia lo harás, y no habrá médico que te diga lo contrario. Las enfermedades, surgen en su mayoría cuando acallamos nuestro interior, porque hemos dado por no validas algunas emociones que hemos sentido, porque hemos amordazado sentimientos, y en el universo nada se destruye o desaparece. Lo que reprimimos se transforma en síntomas. María, aprende a sentirse segura y expresarte intuitivamente con el corazón, Si tú te validas, los otros resonaran contigo. Si estas enfadada contigo, el universo resonará enfadado contigo. Así que empieza a escuchar de nuevo tu intuición que se expresa en tu cuerpo…A ver qué te dice tu intuición en este momento.
-Que tú eres más de lo que se ve, que me tienes fascinada, y que estaría toda mi vida mirando esa sonrisa perfecta y esos ojos que me miran, viéndome como ni yo misma me veo. ¿Y tú?
- Mejor que me calle, no quiero asustarte con lo que yo haría ahora mismo contigo, pero sirva este piquito, como una pista de lo que siente mi corazón. No es regañarte, mi princesa, es que debes habitarte por completo, para eso naciste. Reconocer tu poder ilimitado, enraizarte en la dignidad, y no ser menos de lo que eres.
Así, al caminar por la orilla del mar, con el murmullo de las olas y la calidez del sol, sentí que este viaje no era solo un recorrido físico, sino una búsqueda y encuentro con el amor, el perdón, y la sanación. Era un recordatorio de que el amor siempre tiene el poder de iluminar las sombras y nuestras vidas.
—Por cierto, esto es para ti —dijo mientras me entregaba un hermoso colgante de plata- Es una mezuza, espero que te traiga siempre seguridad y bendiciones.
—¿Qué es una mezuza?
-Normalmente son de cerámica, o como cajitas de madera o metal y están a la entrada de todas las puertas de las casas de una familia judía, en el marco derecho. Dentro de esta caja hay un pergamino (en hebreo, klaf) que contiene dos pasajes de la Torá: el Shema Israel (Deuteronomio 6:4-9) y otro pasaje (Deuteronomio 11:13-21). En el colgante, se abrevia y sólo va el Shema Israel.
- ¿Qué dicen esos textos?
- La Shemá dice: "Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que hoy te mando estarán sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas." Y el segundo texto – suspiró hondo y recitó con una paz sobrecogedora – “Si obedecéis cuidadosamente a mis mandamientos que os doy hoy, amando al Señor, vuestro Dios, y sirviéndolo con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo daré a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, la lluvia temprana y la tardía, para que recojas tu grano, tu vino y tu aceite. También daré hierba en tu campo para tu ganado, y comerás y te saciarás. Pero cuidaos de que vuestro corazón no se desvíe, y os apartéis para servir a otros dioses y postraros ante ellos. Entonces se encenderá la ira del Señor contra vosotros, y cerrará los cielos para que no haya lluvia, y la tierra no dará su fruto, y pereceréis rápidamente de la buena tierra que os da el Señor. Por tanto, poned estas palabras mías en vuestro corazón y en vuestra alma; atadlas como señal en vuestra mano, y serán como frontales entre vuestros ojos. Y enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas, para que se multipliquen vuestros días y los días de vuestros hijos sobre la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres, por tantos días como los cielos permanezcan sobre la tierra." En tu colgante, solo dice; שְׁמַע יִשְׂרָאֵל ה׳ אֱלֹהֵינוּ ה׳ אֶחָד, "Shema Israel, Adonai Eloheinu, Adonai Echad",
"Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno."
- Yo sólo puedo darte -me quité mi crucifijo- el Mandamiento nuevo… que os améis los unos a los otros, como yo os he amado.
—איזה יופ י! (¡Eize yofi!) —exclamó, con una sonrisa de asombro—. "¡Qué bonito! Jamás me la quitaré..." Y cumplió su promesa.
Y allí, en la orilla del mar de Galilea, en Migdal, nos dimos nuestro primer beso de adultos, en la boca. No fue solo un roce de labios como hasta ese momento; sentí cómo todo mi cuerpo temblaba, como si la niña que fui se desvaneciera, dejando espacio para la mujer que estaba emergiendo. Sentí toda su fuerza, pero no con el embiste del deseo de la lujuria, sino con el ansia del amor que busca la unidad más allá de lo físico ¿Quién iba a decir que yo, la rarita del colegio, siempre apartada, podría estar en Israel con un ser tan especial, donde cada mirada me reflejaba y me hacía sentir en casa? En ese instante, comprendí que cada paso de mi vida, incluso los más dolorosos, me habían llevado hasta aquí, a este momento de transformación.
Al final, no pudimos visitar la ciudad santa, porque hubo un atentado y Samuel, nos dijo que sería más seguro quedarnos en Tel Aviv, así que tuvimos dos dias de playa antes de regresar a España, esta vez en avión.
En el avión esta vez me senté al lado de él, era mi primer vuelo. Reconozco que estaba nerviosa y algo asustada, así que me agarré fuertemente a su mano y al asiento, no sabía de qué hablar, así que le pregunté sobre el significado de la palabra Shalom, el cerebro con los nervios, no me daba para más. Él me contestó, diciéndome.
-En tu caso, Shalom, mi amor, es más que un simple saludo; es un estado del alma, una danza interna que refleja la plenitud. Proviene de shalem, que nos recuerda que somos completos, incluso con nuestras imperfecciones. Cada paso en nuestra vida, cada elección que hemos tomado, nos ha llevado hasta aquí. Es importante recordarte que lo que podrías ver como fallos son solo escalones en el camino hacia tu grandeza.
-Tú, que como me has contado, te has enfrentado a dolorosas tormentas, sabes en tu corazón que hiciste lo mejor que pudiste en cada circunstancia. Pues bien, este entendimiento es el primer paso para liberarte de las cargas que a veces llevas. Como te dije en Madrid, el verdadero perdón comienza dentro de ti; es el regalo que te haces a ti misma, una aceptación profunda de tu ser, de tus elecciones, de tu viaje. Dios, en su amor infinito, no está aquí para juzgar, sino para abrazar cada parte de ti, para recordarte que siempre hay un camino hacia la paz, hacia el shalom que anhelas.
Cuando miras al espejo, busca esa luz en tus ojos, ese reflejo de amor y bondad. Permítete ser vulnerable, liberar los lastres del pasado y avanzar con la certeza de que cada día es una nueva oportunidad para florecer. Eres un ser de luz, y al permitirte brillar, inspiras a otros a hacer lo mismo.
Así que, juntos, en este viaje, busquemos ese espacio de paz que se encuentra dentro. Abracemos nuestras imperfecciones, porque en ellas reside nuestra autenticidad. Recuerda, amor mío, que, en la quietud de tu ser, en el abrazo de tu alma, reside el verdadero shalom.
-Así que debo brillar para que otros brillen…
-Si, brilla mujer junto a mí, y yo junto a ti…
[1] Las excavaciones en Magdala (Migdal) comenzaron en 1971, revelando hallazgos arqueológicos significativos, como una sinagoga del siglo I y estructuras de épocas helenística y romana, que subrayan su conexión con María Magdalena. Entre 2007 y 2008, se identificaron áreas rituales y un antiguo puerto, lo que enfatiza la relevancia del lugar como un asentamiento judío próspero. Hoy en día, Magdala se ha transformado en un centro espiritual y turístico, ofreciendo actividades culturales que celebran su rica historia. Este desarrollo es dirigido por los Legionarios de Cristo, con el Padre Juan Solana, L.C., al frente del Centro Magdala, el cual incluye un parque arqueológico y espacios dedicados a la espiritualidad y el diálogo interreligioso
[2] Te quiero, en hebreo se usa entre parejas y familiares.
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